domingo, 21 de junio de 2009

Say


Mientras escucho "Say" de John Mayer y siento una vez más a mis conocidas lágrimas recorriendo mis cachetes, pienso en en algo que me di cuenta ayer platicando con una amiga. Tengo una teoría; los años nos traen una enseñanza y definitivamente la que el año 2008 y lo que llevamos del 2009 me han dado y me siguen dando es la oportunidad de saber aprovechar y amar lo que tengo, y aprender a dejar ir y a soltar. Les platico por qué lo digo. 
Mi año 2008 empezó con dejar ir a un niño con el cual salí 6 meses, al cual quería, pero decidí acabar lo que teníamos pues él no me podía dar lo que yo quería y yo no le podía dar lo que él quería. 
Después vino una época muy compleja donde emocionalmente estuve muy inestable, preocupada, etc. Fue cuando decidí abrirme a nuevas oportunidades, a nuevas amistades, a nuevas vivencias. 
Así fue como la conocí, cuando abrí mi corazón a algo nuevo. Conocí a una niña que me sonrió desde el primer momento, que estuvo en mi casa día tras días, a mi ritmo en este nuevo mundo que se me abría. A las tres semanas de salir me llevó a la cima de un cerro con una cena preparada por su mamá y por ella y me pidió ser su novia. Yo, asustada y confundida le pedí más tiempo para conocernos. Tres semanas después acostadas en mi cama fui yo quien le pidió ser mi novia. Jamás me había pasado eso, jamás me había podido quedar sin huir de alguien que se comprometía conmigo. Con ella me quería quedar, con toda ella. Tiempo después acostadas en la misma cama me dijo "Te amo" y sentí exactamente lo que se siente cuando voy en el coche y paso una bajada muy rápido. Sí, justo eso que se siente en el pecho y en estómago.
Me enamoré; por primera vez en mi vida amé a una pareja, y por primera vez en mi vida tenía algo con una mujer.
Fueron meses de descubrimiento, día tras día la conocí a ella, me conocí a mí, y conocí un mundo diferente. ¡De verdad cómo los disfrute! Todos los días me despertaba y me dormía pensando en lo agradecida que estaba por estar con ella, por amar y por ser amada. La relación se fue volviendo más profunda, más duradera, más compleja. Yo empecé a vivir para la relación y no para mí. Me descuidé. Unos meses después, en diciembre, su mamá murió de una forma inesperada; estuve con ella todo el tiempo posible y la apoyé, y además fue la primera vez que viví una muerte. No podía llorar enfrente de ella, sólo estaba ahí para apoyarla, para abrazarla y darle mi mano. Ella entró en proceso de duelo y además nuestra relación ya estaba inestable. En enero empezaron los pleitos más seguidos. Empecé a ir a terapia porque yo no estaba bien, no me sentía bien, no me veía bien. En febrero ya no pudimos más. De eso han pasado 4 meses. En estos 4 meses he estado trabajando para mí. En terapia estoy trabajando el dejar ir a la gente, además estoy intentando dejar ir lo que no me gusta de mí. 
En abril se metieron a robar a mi casa en Puebla, eso tampoco lo había vivido. En terapia trabajé el dejar ir cosas materiales. Hace dos días me robaron mi cámara (comprada en marzo). Una cosa más que dejo ir. En dos meses me voy un año de intercambio, estoy en el proceso de pre-desprenderme. 
Lo que me cuesta darme cuenta es que este tiempo he trabajado con todos los medios para estar mejor, para estar estable, y no, aún no lo logro. Ayer la vi y hoy sólo lloro. 
"I wouldn't change a single thing" porque sé que todo lo que he vivido me hizo crecer, y me está haciendo crecer. Sé que estas situaciones son las que se deben aprovechar para madurar, para sanar. Pero me duele, me duele verme. Me duele soltar. Mi cabeza sabe que eso es lo correcto, mi corazón la extraña día y noche. 
Puesto que últimamente soy aún más fan de Natalie Dee, les dejo una imagen de lo que siento hoy.

martes, 16 de junio de 2009

So...

Sí lo sé, me fui...llevo meses sin escribir. Ganas no me han faltado, sólo que no quería que mi blog se convirtiera en tristeza, llanto, enojo. 
Han sido los meses más difíciles en mucho tiempo, si no es que en toda mi vida. Viví lo que es perder a alguien, mi relación más importante se acabó, empecé a ir a terapia, cumplí 21 años (es decir, estoy en mi tercer ciclo de 7 años que siempre es complejo), fue la primera vez que dudé sobre mi futura profesión, estoy en plenos preparativos para irme de intercambio un año a Madrid, entre muchas otras cosas. 
Y sí, han sido los meses más difíciles, más dolorosos; jamás había llorado tanto, jamás había golpeado tantos cojines y gritado tanto, jamás había sentido que mi equilibrio se balanceaba de este modo y mi ser se iba cayendo poco a poco hacia diferentes lugares. Mi estado anímico es complicado, puedo estar echando unas carcajadas deliciosas y de un segundo a otro la risa me puede llevar al llanto incontrolable; puedo estar enojada o triste y un momento después estar totalmente feliz y tarareando. No me entiendo, no me entiendo ni un poco. No entiendo al ser humano, no entiendo la conducta.
Lo que he estado haciendo estos meses es trabajar conmigo, sacando todo lo que ha estado tapado, atorado, todos esos dolores y miedos, todo eso que me impide estar bien...estoy utilizando la crisis para conocerme, crecer, aprender, madurar. Nunca había cambiado tanto en tan poco tiempo. Estoy intentando ir recogiendo cada pedacito de mí que está tirado e irlo pegando con amor, estoy intentando recomponerme, rehacerme. Estoy intentando formar una persona que me guste más, alguien con quien me sienta más cómoda. Eso intento...pero de verdad que es cansado; estoy agotada, estoy aterrada, estoy clueless la mayoría de las veces.
¡Qué bueno que no quería que mi blog se convirtiera en confusión!...ja inevitable, inevitable como todo lo que me pasa últimamente.
Hoy, mientras limpiaba mi cuarto decidí abrir mi itunes (que llevaba mucho tiempo oculto pues no me es fácil escuchar música en estos momentos), y comenzó una canción que bajé hace ya vario, pero que nunca había realmente escuchado. Habla sobre todo lo que me ha pasado y me pasa, sobre todos mis estados, mis miedos, mis retos. Me relaja, me armoniza. Creo que será mi nuevo himno nacional :)
Se las dejo