jueves, 15 de mayo de 2008

El fluir de la vida

Ya sé, hace mucho que no escribo...pero hoy pasó algo que me movió.
Estoy de vacaciones en Cuerna, disfrutando de mi cama y de la flojera total...en serio viviendo como una reina. Me despierto entre las 11am y la 1pm, veo tele, me conecto, hablo por teléfono, como, echo siestita (aunque no lo crean puedo dormir muuuuuucho....todo lo que no dormí en el semestre escolarmente -ya sé, weirda palabra- estresante), veo a mis amigos, echamos la chelita, veo tele, y vuelvo a dormir.Hoy no fue un día muy diferente, me desperté a la 1pm (mi amigo Gandy vino a visitarme ayer y nos quedamos hasta muy tarde viendo una película), vi TV con mi mamá, me bañé y mi padre pasó por mí para ir a comer al sushi. Después de una rica comida regresé a mi casa y me conecté; de pronto tocaron el timbre. Fui emocionada a abrir (esperaba que fueran mis amigos pues iban a venir a ver una película) y vi tres caras cansadas. Una mujer con los dientes más chuecos y separados que he visto en mucho tiempo, y sus dos hijos, una niña de unos 9 años y un niño de 6 años aproximadamente. Me preguntaron si tenía ropa que darles, les dije que no (en verdad acabamos de regalar todo lo que no queríamos), me preguntaron si tenía comida que darles, les dije “sí, vengo en un momentito”; antes de poder dar un paso, la niñita se volteo y me dijo “¿no tendrá un poco de agua para tomar?”, le dije “claro que sí, ahorita vengo”. Fui a la cocina, agarré una manzana, un plátano y una pera; tomé un envase, lo llené de agua y salí a la calle. Le di una fruta a cada uno y el envase con agua se lo di directo a la niña la cual lo tomó con urgencia y con una sonrisa inmensa en la cara me dijo “graaacias”. La mamá me dio las gracias y se fueron a seguir en búsqueda de lo que fuera que les pueda servir. Cerré la puerta y sentí un “ouchi” de ternura ante la cara de la niña. Cómo es que yo tengo las cosas tan fácil; sin darme cuenta tomo lo que está a mi alrededor y lo disfruto a la mínima potencia...me encantaría disfrutar lo que tengo al mismo grado que la niña disfrutó el agua que le di.