lunes, 7 de junio de 2010

Y así empieza, una más...


Llevo nueve meses en Madrid. Nueve maravillosos meses. No hay un día que no agradezca estar aquí y que no me de una punzada en el corazón el pensar que tengo que regresar. (Por cierto, este tema está prohibido aquí en mi piso, entre mis compañeros y yo no lo hablamos, a mí últimamente se me llenan los ojos de lágrimas).
Llegué sin expectativas...llegué vacía, y quiero contar lo que he vivido, tal cual lo he vivido.
Aterricé en Madrid con mi hermana, con maletas gigantes, con mucho calor y con dolor de pies. La primera noche me dediqué a ponerme una de las peores borracheras nunca antes vividas y por ello fui apodada "Conito" el resto de mi estancia aquí (y seguramente será un apodo que seguirá en México). Me pasé casi dos semanas en el departamento de dos chicas que amablemente abrieron sus puertas a mi hermana y a mí (quienes realmente estábamos bastante perdidas en la vida en general). Encontré casa y me mudé con un chico y una chica mexicanos. Me seguí enamorando de alguien a quien había dejado en México a pesar de haberme jurado a mí misma que no lo haría pues quería empezar de cero en Madrid. Empecé a ir a la universidad más grande y más diferente que me ha tocado; clases enormes, gente que escucha y se va, exámenes finales diferentes a lo que estaba acostumbrada, facultades regadas por toda la ciudad, maestros que no tienen un segundo para aclarar tus dudas, autobuses que llevan y regresan a miles de alumnos miles de veces al día. Conocí a alguien y me enamoré, antes habiéndome prometido a mí misma que no lo haría (una vez más...creo que eso no me sirve). Terminé mi relación con la chica en México. Fui a México a despedirme de mi abuelo. En México vi a mi ex y sentí una alegría enorme, poder finalmente abrazarla sin sentir que me hundía. Regresé a Madrid y terminé con la chica que estaba aquí. Mi abuelo murió. Creo que fue en ese momento donde dio un giro mi viaje; dejarlo ir me hizo otra, me hizo poder disfrutar cada una de mis noches, me hizo soltar el miedo que le tenía a su muerte, me hizo sentirlo en cada uno de mis pasos, pero ya no como carga, sino como acompañante. Empecé a salir con una chica Madrileña quien me volvió a enseñar mi luz la cual había estado perdida con mis pasados. Cambié de compañera de piso. Vinieron muchas muchas visitas a mi casa. Vino mi hermana para mi cumpleaños. Dejé de salir con la chica Madrileña. Me fui de roadtrip con mis amigas. Ella se fue, lo cual hizo que dejara de tenerle miedo a la ciudad, dejara de querer y no querer encontrarla en Chueca, en Gran Vía, en Plaza España, en el cine, en mi corazón. Finalmente era yo y la ciudad, nadie más...mi último miedo se había ido. Me dediqué a echar fiesta, a conocer Madrid. Me fui de viaje al mejor país que existe (llamado Irlanda). Encontré que vivir con un niño no es nada malo, al contrario, he's my girlfriend. Sentí el crush más grande que he sentido en toda mi vida; una niña de mi salón a quien no le puedo mantener la mirada, quien me hace temblar, quien no me ha dirigido más de dos palabras y con eso me basta para soñar con ella (literal). Vino mi hermana once again. Sentí el calor de una familia aquí (hasta con mascota). Me lastimé el pie en Irlanda y aún no puedo caminar bien, no sé, ahora que escribo esto me doy cuenta que así llegué a Madrid, con dolor de pies...
Estoy por recibir a mi "hermano" unos días (a quien no veo desde hace casi 4 años), terminar mis exámenes, entregar mi departamento, arreglar todo y regresarme a México en un mes y medio, y todo eso me llena de una profunda tristeza que me mantiene despierta a las 6:30am. No puedo creer que ya pasó un año; EL esperado, EL que llevaba planeando tanto tiempo. Tantos meses de despedidas en México y ahora siento las despedidas aquí. Pero me siento más yo, no me siento perdida.
Quiero regresar a abrazar a la gente que quiero (y a mi gatito), quiero aclarar la confusión que lleva en mi cabeza unas semanas, quiero verlas a ellas y soltarlas físicamente, quiero acabar mi carrera, quiero poder acordarme que existen millones de cosas que me quedan por vivir y que no están en la esquina de mi casa, quiero salir de México para hacer mi maestría.
Seguramente este post no se entiende, es para mí. Mientras escucho Teardrop, Head Over Feet, Eet, The Pony Song y finalmente Day by Day.

2 comentarios:

bau dijo...

que vida! fantastico! te abrazo, te quiero, bau.

Aleema dijo...

Amorcita de mi corazón, eres tu, sí se entiendecada palabras, el marcar de tu tiempo, tus giros, tus idas y tus vueltas, tu sueños y tu sabiduría.
Te quiero