martes, 13 de octubre de 2009

Babai Rue Spontini


Desde pequeña uno de mis lugares preferidos ha sido París. Tengo recuerdos desde niña en el departamento de mis abuelos en la calle Rue Spontini; un barrio precioso que llegué a conocer de sur a norte y de este a oeste. Lo recorrí con mi familia, con amigas, sola. Canté taaaaaanto en esas calles, conocí a gente, sonreí para fotos, fue mi punto de encuentro, fueron noches y días llenas de historia.
El fin de semana pasado fui a visitar a mis abuelos, a mi mamá y a mi hermana que estaban en París desmontando el departamento pues lo vendieron y lo tienen que entregar la próxima semana.
Yo llegué el viernes a Orly, me subí al RER y me fui al departamento. No pensé, todo fue automático...todo fue como si lo hubiera hecho un día antes; me sentía en mi lugar, en mi casa. Tengo que admitir que durante unos minutos me arrepentí mucho de no haberme ido de intercambio para allá (no lo hice justamente porque París ya lo conozco y España aún no tanto). Pero el hecho de haber llegado a un lugar y haberme sentido en casa fue delicioso después de estas semanas de sentirme volando y apenas ajustándome.
En cuanto llegué mis abuelos, mi hermana y yo comimos, y después me salí a caminar con mi iPod. Recorrí Victor Hugo, llegue al Arc de Triomphe y simplemente me quedé parada unos minutos observándolo. Cuántos recuerdos en tantos momentos diferentes. Cuando iba de regreso en mi iPod empezó una canción que bajé hace mucho tiempo pero que casi no escucho, se llama "Una calle de París" de El sueño de Morfeo y no pude evitar sentirme totalmente identificada.
Durante todo el fin de semana intenté aprovechar lo mas posible el departamento, París y a mi familia en esa hermosa ciudad. El sábado (que increíblemente era la Nuit Blanche - mi festividad favorita jaja- ) me fui sola en la madrugada a Trocadero. ¡Recuerdos! La Tour Eiffel totalmente iluminada no deja de asombrarme...su tamaño y su complejidad. El domingo pasamos el día en familia y mi mamá y yo (no sé si por lo movidas que estábamos ante tanto pasando a nuestro alrededor, todo ese estrés y nostalgia), tuvimos una de las platicas más fuertes e importantes de toda mi vida. Delicioso arreglar y sanar cosas de tantos años atrás. El lunes con maleta en mano me despedí en la puerta: del departamento, de mis abuelos y de mi mamá...un último chequeo rápido y adiós! Entré al elevador y sentí un nudo enorme en la garganta y lágrimas cayendo de mis ojos. Una despedida menos. Un capítulo más cerrado.
Va a ser raro regresar a París y no tener hogar. Aún tenemos un pequeño cuarto en el mismo edificio, el cual se renta anualmente a estudiantes, pero pues digo, sigue siendo una opción para hacer una mmm maestría? jajaja
Pero efectivamente, fue un fin de semana lleno de emociones, despedidas, sonrisas y sollozos. Y sí, one day we're gonna live in Paris, I promise.

2 comentarios:

bau dijo...

Te amo chiquilin, a ti, a tu mamà, a tu hermana, a tus abuelos, y te abrazo fuerte fuerte. Y siempre tienes casa en Roma. Bau

Nathalie dijo...

Bau!!!!! y yo a ti, muchísimo.
Ahora tú tienes casa en Madrid cómo la vez?? jijiji