sábado, 7 de noviembre de 2009

Cetáceos

Cuando era pequeña quería ser entrenadora de delfines. Sí. Fue un sueño que duró práticamente toda mi infancia, hasta darme cuenta lo cruel que realmente era aquella profesión.
Supongo que todo empezó en algún viaje con mi papá a Sea World. Tenía muchos libros sobre aquellos animalitos. Al ver sus fotografías se me retorcían los pies de ternura.
Hace unos años tuve problemas con la vesícula, y lo único que me ayudaba a relajarme y por lo tanto a dormirme era un cd (Dance of Dolphins) que mi mamá me regaló. Escucharlos hace que mi visión cambie.
No sé qué es lo que tanto me gusta de ellos, será que soy piscis, que hacen soniditos cursis, que son gorditos, que parece que viven con una sonrisa ante la vida, que son resbalosos, que están mojaditos y son suaves, que viven en el mundo submarino. No sé, pero son fantásticos y mis animales favoritos, espero en algún momento poder unir la psicología con aquellas bellezas.

2 comentarios:

bau dijo...

:)))))) amore!

Nathalie dijo...

:) y tú fuiste parte de eso...
te amo